Patricio Polic, el arbitro que le robo a la Universidad de Chile

Han sido agitadas las últimas 48 horas para Patricio Polic, el árbitro del Superclásico entre Colo Colo y Universidad de Chile. El juez, quien cometió equivocaciones decisivas, no sólo debió enfrentar la crítica generalizada por su cometido sino, además, debió soportar las amenazas que, junto a su familia, recibió en un sitio de Facebook denominado “La hinchada del Pueblo”, vinculado a la barra Los de Abajo (ver recuadro).

El lunes por la noche, el juez FIFA concurrió al cuartel de la Policía de Investigaciones en Concepción a denunciar el amedrentamiento, que incluía señales respecto de la ubicación de su domicilio, modelo y patente de su vehículo particular, y lugar de trabajo. Y no sólo el suyo, sino también de su esposa. La “ciberamenaza” incluía un mapa para llegar a su propiedad. Del recinto policial salió en absoluto silencio.

Los antecedentes también los puso en conocimiento de la ANFP y de sus supervisores en el Comité Arbitral. Ayer, el Ministerio Público encargó a la policía civil que dispusiera medidas de protección para el profesor de Educación Física, cuyos detractores habían convocado, incluso, una “funa” en la universidad en la que es jefe de carrera.

Ayer, en un breve diálogo con La Tercera, Polic admitió los errores en que incurrió en el encuentro jugado el domingo, en el Monumental. “Hubo situaciones que no pudimos ver y otras que resolvimos mal”, respondió, con autocrítica. Lo que descartó de plano fue una eventual intención. “Todo lo que se diga está de más”, puntualizó, antes de excusarse por no referirse en detalle a las jugadas que cuestionaron los azules. “No tengo nada más que comentar. Todo eso está en conocimiento de la comisión”, explicó.

En ese contexto, el réferi sostuvo que “he realizado mi análisis del partido y tengo claro en qué me equivoqué. Ahora debe resolver la Comisión Arbitral”. En la edición de ayer de este medio, su presidente, Gastón Castro, deslizó la posibilidad de que Polic recibiera algún castigo por su mal desempeño, tal como aconteció, por ejemplo, en el caso de Enrique Osses, inhabilitado por su actuación en la final del Apertura, entre la “U” y O’Higgins. “Las imágenes están a la vista. Ustedes (los periodistas) tienen claro lo que sucedió en el partido. Cualquier análisis se hará en privado”, enfatizó Castro.

Incluso, el árbitro, quien reside en Concepción, se mostró dispuesto a acatar una eventual sanción en su contra. “Eso es lógico. Cuando dirigimos mal, tenemos que ser sancionados. Esto es así. Cuando andamos mal, nos castigan. Y cuando lo hacemos bien, repetimos la designación en el partido siguiente. Todo lo que suceda es decisión de la Comisión Arbitral”, concluyó.

Y, finalmente, ayer el juez no fue considerado para dirigir en la decimoquinta fecha del Torneo de Clausura.

Fuente: La Tercera

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