El único sextacampeón de la Copa Libertadores vuelve a salir a la cancha en el gran torneo continental. La última participación del Xeneize fue en 2009 y no fue demasiado buena: quedó afuera de final en octavos ante Defensor Sporting. Hoy, este conjunto de Julio César Falcioni tiene la chance de lavar la imagen de ese que conducía Carlos Ischia y regresar a Boca a los primeros planos.
Con 30 partidos invicto en el fútbol local y siendo, sin lugar a dudas, el mejor equipo de su país, es considerado como uno de los grandes favoritos a ganar la Copa. Su camiseta pesa y mucho en este tipo de torneos, por lo que seguramente el Zamora saldra a buscarlo, siempre tomando sus precauciones.
¿Cómo juega?
Falcioni es un técnico práctico y que prioriza el cero en su arco. Como alguna vez hizo con su Banfield campeón, basó su estrategia en una defensa sólida y un mediocampo batallador. Cuando Juan Román Riquelme está en la cancha, el equipo tiene ideas y genera muchas más chances de gol que cuando el titular es el “Pochi” Chávez.
Agustín Orión mostró ser un arquero de equipo grande: esos que reciben 3 ó 4 llegadas por encuentro pero que están obligados a responder en esas pocas situaciones. Rolando Schiavi llegó para ordenar un fondo caótico y vaya si lo logró. Facundo Roncaglia es el mejor 4 de Boca desde que Hugo Ibarra dejó el fútbol: teniendo un estilo totalmente opuesto al “Negro”, es rápido para cerrar y pasa con criterio al ataque. Juan Manuel Insaurralde dejó en claro que al lado del “Flaco” es un futbolista importante, en tanto que Clemente Rodríguez volvió a ser ese lateral explosivo que tuvo el Xeneize de Carlos Bianchi.
A su vez, Leandro Somoza mejoró fecha a fecha y, sin ser la mejor versión del viejo Battaglia, demostró ser un pulpo en el círculo central. Los corre a todos, aunque muchas veces se equivoca en la entrega. Diego Rivero, quien ahora tiene una fuerte competencia con Pablo Ledesma, es un motorcito en la derecha, mientras que Walter Erviti le hace todos los relevos a Clemente y cuando juega Román, se encuentra perfectamente. Del 10 hay poco para decir y mucho para apreciar. Sigue siendo el mejor creador del fútbol argentino.
La llegada de Santiago Silva seguramente le dará el poder goleador que el equipo necesita. Porque Darío Cvitanich se está destapando pero no es el clásico 9. Y Pablo Mouche es un puntero sin efectividad a la hora de definir. Quien sí es centrodelantero es Nicolás Blandi, pero aún está “verde” para la Libertadores.
Su historia copera
El club argentino tiene en sus vitrinas 6 Libertadores. Las dos primeras llegaron en 1977 y 1978, de la mano del “Toto” Juan Carlos Lorenzo. Las siguientes, en la era de Carlos Bianchi: 2000, 2001 y 2003. ¿La última? Fue obra del Boca de Miguel Russo, con un Riquelme fatal, allá por 2007.
El grupo 4
Sin dudas, el gran rival de Boca Juniors en esta zona es el Fluminense brasileño. El club de Río de Janeiro ya fue verdugo del Xeneize en las semis de 2008 y quiere volver a sorprenderlo en esta edición, aunque esta vez en el grupo.
¡Ojo con Arsenal! Si bien no es un equipo con historia (sólo tiene una Sudamericana en las vitrinas) el conjunto de Sarandi demostro ser un hueso duro de roer en su debut con Fluminense. Depende mucho de su campaña como local.
Zamora es un modesto equipo venezolano, que conoció la gloria solamente en el campeonato venezolano de 2011 y en la Copa Venezuela (1980). Si logra el pasaje a octavos, será heroico.
Fuente: Fox Sports
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